El presidente estadounidense, Barack Obama, anunció este martes que viajará en marzo a Brasil, Chile y El Salvador, su primera gira por América del Sur y Central, para impulsar los lazos con estos aliados clave de Washington.
«En marzo, viajaré a Brasil, Chile y El Salvador para forjar nuevas alianzas para el progreso en las Américas», indicó Obama en su discurso anual del Estado de la Unión ante el Congreso estadounidense.
«Alrededor del mundo, nos mantenemos al lado de aquellos que asumen su responsabilidad», señaló el mandatario.
Desde que asumió la presidencia en enero de 2009, los únicos viajes de Obama al sur de Estados Unidos, en el continente, fueron a México y a Trinidad y Tobago, para la Cumbre de las Américas, ambos durante el primer año de su mandato.
La gira, a fines de marzo, «brindará una oportunidad para resaltar el compromiso del presidente con líderes clave en el continente», señaló el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Mike Hammer.
Washington hace esfuerzos por trabajar con estos países de la región «como socios iguales para enfrentar los retos básicos de los pueblos de las Américas y avanzar los intereses de Estados Unidos» en la región, dijo Hammer.
Obama viajará a Brasil poco después de la toma de posesión de Dilma Rousseff, quien sucedió en la presidencia a Luiz Inacio Lula da Silva, que fue considerado por Washington como un interlocutor clave en la región.
Lula fue el primer presidente latinoamericano en ser recibido en la Casa Blanca por Obama.
Con Brasil, Estados Unidos tiene grandes áreas de cooperación, incluido un acuerdo militar que ambos países firmaron en abril de 2010, pero han tenido puntos de roce, como el tratamiento del tema nuclear de Irán y los aranceles estadounidenses a las importaciones de etanol.
Obama quiere discutir con Rousseff «áreas de interés mutuo», como la energía verde, el crecimiento mundial y la reconstrucción de Haití, «que ayuden a impulsar la excelente relación que ya tenemos con el gobierno de Brasil», dijo Hammer.
En Chile, Obama se reunirá con su homólogo Sebastián Piñera para discutir maneras de aumentar la cooperación bilateral.
Obama calificó a Chile de país «modelo» en la región, cuando recibió en junio de 2009 a la antecesora de Piñera, Michelle Bachelet, en la Casa Blanca.
«Chile es uno de nuestros más cercanos aliados» en el continente, dijo Hammer. «La experiencia chilena también subraya el impacto positivo de prosperidad económica y estabilidad en las Américas», afirmó.
Y la última escala de Obama será en El Salvador, un país que ha cobrado importancia dentro de los esfuerzos de Washington por contener la propagación de los violentos carteles de la droga mexicanos hacia América Central.
Obama quiere discutir con el presidente, Mauricio Funes -que visitó la Casa Blanca en marzo del año pasado-, iniciativas bilaterales en materia de seguridad, energía limpia e impulso económico, explicó Hammer.
Estados Unidos cuenta con una Iniciativa de Seguridad Regional de América Central (CARSI) con un presupuesto de unos 130 millones de dólares.
Los «cercanos lazos» entre Washington y San Salvador «están consolidados por la gran población salvadoreña en Estados Unidos y la actividad económica que ellos ayudan a generar en la región y entre nuestros países», dijo Hammer.
El gobierno de El Salvador también ha sido aliado de Estados Unidos en sus esfuerzos por reincorporar a Honduras a la Organización de Estados Americanos (OEA), de la que se mantiene suspendida desde el golpe de Estado de junio de 2009. AFP